El Universo en la Edad Media: Visión y Cosmología

En la Edad Media, la visión del universo era muy diferente a la que tenemos en la actualidad. La ciencia y la tecnología aún no estaban lo suficientemente desarrolladas como para ofrecer explicaciones precisas y detalladas sobre el funcionamiento del cosmos. En cambio, la cosmovisión medieval estaba fuertemente influenciada por la religión y la filosofía, lo que daba lugar a una visión más mística y espiritual del universo.

Contenido en esta publicación
  1. Visión del universo en la Edad Media
  2. El cosmos como una esfera central
  3. Las capas concéntricas del universo
  4. La Primun Móvile y su influencia
  5. La música de las esferas
  6. La influencia de los planetas
  7. El espacio celestial y divino
  8. La Tierra y el mundo sublunar
  9. La inmovilidad y centralidad de la Tierra
  10. La inteligencia de la Tierra
  11. Los elementos primordiales
  12. El fuego y los ángeles
  13. Los demonios y criaturas subterráneas
  14. Zonas inhabitables y lugares exóticos
  15. Criaturas fantásticas y extrañas
  16. El alma humana y su división
  17. Los humores del cuerpo y el carácter
  18. La interconexión entre el ser humano y el cosmos
  19. El orden cósmico en un mundo incierto

Visión del universo en la Edad Media

En la Edad Media, se creía que el universo era una esfera que ocupaba el centro del cosmos. Esta idea se basaba en la creencia de que la Tierra era el lugar central y más importante de toda la creación. Se consideraba que el universo estaba compuesto por capas concéntricas, siendo la Tierra el centro y rodeada por siete esferas planetarias. Estas esferas representaban los planetas conocidos en ese momento: la Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno.

El cosmos como una esfera central

La concepción del universo como una esfera central tenía un significado simbólico y religioso. Se creía que la esfera representaba la perfección y la armonía divina, y que todas las demás capas del cosmos estaban ordenadas en relación a la Tierra. Esta visión del universo reflejaba la creencia en la centralidad y la importancia de la humanidad en la creación divina.

Las capas concéntricas del universo

Según la cosmología medieval, el universo estaba compuesto por varias capas concéntricas. En el centro se encontraba la Tierra, seguida por las esferas planetarias. Más allá de las esferas planetarias se encontraba la Primun Móvile, una esfera que daba una vuelta completa cada 24 horas y que impulsaba a todas las demás capas del universo. Esta Primun Móvile se consideraba el límite entre el espacio celestial y el espacio divino.

La Primun Móvile y su influencia

La Primun Móvile tenía una gran influencia en la cosmología medieval. Se creía que su movimiento generaba una música celestial, conocida como la música de las esferas. Esta música era considerada una manifestación del orden y la armonía divina, y se creía que influía en la vida y el destino de las personas.

La música de las esferas

La música de las esferas era una idea muy popular en la Edad Media. Se creía que cada una de las esferas planetarias emitía un sonido específico, y que el movimiento de estas esferas generaba una armonía celestial. Este concepto estaba basado en la creencia de que la música era una expresión de la divinidad y que el universo entero estaba impregnado de esta música celestial.

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La influencia de los planetas

En la cosmovisión medieval, se atribuía inteligencia a los planetas y se creía que ejercían una influencia en la vida de las personas. Se consideraba que cada planeta tenía una personalidad y unas cualidades específicas, y que estas influenciaban el carácter y el destino de cada individuo. Por ejemplo, se creía que Júpiter era benévolo y generoso, mientras que Marte era agresivo y belicoso.

El espacio celestial y divino

Según la visión medieval, el espacio más allá de las capas planetarias estaba ocupado por Dios y los seres celestiales. Se consideraba que este espacio era sagrado y divino, y que estaba más allá de la comprensión humana. Se creía que solo los santos y los elegidos podían acceder a este espacio celestial.

La Tierra y el mundo sublunar

Debajo de la Luna, en el mundo sublunar, se encontraba la Tierra y el infierno. Se creía que la Tierra era inmóvil y estaba en el centro del universo. Esta idea se basaba en la observación de que la Tierra parecía estar quieta y que todos los demás cuerpos celestiales giraban a su alrededor. Se consideraba que la Tierra era el lugar de la vida humana y que estaba separada del resto del cosmos.

La inmovilidad y centralidad de la Tierra

La creencia en la inmovilidad y centralidad de la Tierra tenía una gran importancia en la cosmovisión medieval. Se consideraba que la Tierra era el lugar más importante de toda la creación y que todo giraba en torno a ella. Esta idea reflejaba la creencia en la centralidad y la importancia de la humanidad en el plan divino.

La inteligencia de la Tierra

En la Edad Media, se creía que la Tierra tenía inteligencia y voluntad en forma de la diosa Fortuna. Se consideraba que la Tierra influía en la vida de las personas y que determinaba su destino. Se creía que la diosa Fortuna era la encargada de repartir la suerte y el destino de cada individuo.

Los elementos primordiales

Según la cosmología medieval, la Tierra estaba rodeada por los cuatro elementos primordiales: tierra, agua, aire y fuego. Estos elementos eran considerados los bloques fundamentales de toda la creación y se creía que estaban presentes en todas las cosas.

El fuego y los ángeles

Se creía que el fuego que rodeaba la Tierra era invisible y que era la materia en la que se encarnaban los ángeles. Se consideraba que los ángeles eran seres celestiales que habitaban en el espacio más allá de las capas planetarias y que estaban compuestos de fuego divino.

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Los demonios y criaturas subterráneas

Debajo de la Tierra, se creía que habitaban los demonios y otras criaturas subterráneas. Se consideraba que estos seres malignos estaban alejados de la luz divina y que su presencia representaba el mal y la tentación.

Zonas inhabitables y lugares exóticos

En la cosmovisión medieval, se creía en la existencia de diversas zonas geográficas inhabitables debido al frío o al calor extremo. Estas zonas eran consideradas peligrosas y se creía que estaban habitadas por criaturas monstruosas y peligrosas. Además, se creía en la existencia de lugares exóticos y extraños en los confines del mundo, donde habitaban pueblos desconocidos y misteriosos.

Criaturas fantásticas y extrañas

En la Edad Media, se creía en la existencia de criaturas fantásticas y extrañas. Se creía en la existencia de seres como los pigmeos, que eran pequeñas criaturas humanas, los Sciópodos, que tenían un solo pie gigante con el que se protegían del sol, y los que no tenían cabeza, que eran seres sin cabeza que se comunicaban a través de su ombligo.

El alma humana y su división

Según la cosmovisión medieval, el alma humana estaba dividida en tres partes: la vegetativa, la sensible y la racional. La parte vegetativa era responsable de las funciones básicas del cuerpo, como la nutrición y el crecimiento. La parte sensible estaba relacionada con las emociones y las sensaciones. Y la parte racional era la responsable del pensamiento y la razón.

Los humores del cuerpo y el carácter

En la Edad Media, se creía que los humores del cuerpo (sangre, bilis, flema y melancolía) determinaban el carácter de una persona. Se creía que un equilibrio adecuado de estos humores era necesario para mantener una buena salud y un carácter equilibrado.

La interconexión entre el ser humano y el cosmos

En la cosmovisión medieval, se creía en la interconexión entre el ser humano y el cosmos. Se consideraba que el ser humano era un reflejo del cosmos y que todo estaba interconectado. Se creía que los movimientos de los planetas y las estrellas influían en la vida y el destino de las personas.

El orden cósmico en un mundo incierto

En un mundo incierto y peligroso, la creencia en un orden cósmico previsible y estable daba consuelo y seguridad. La visión del universo como una esfera central y ordenada reflejaba la creencia en la existencia de un plan divino y en la importancia de la humanidad en la creación.

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La visión del universo en la Edad Media era una combinación de religión, filosofía y observación empírica. Se creía en la centralidad y la importancia de la Tierra, en la influencia de los planetas en la vida humana, en la existencia de seres celestiales y demoníacos, y en la interconexión entre el ser humano y el cosmos. Esta visión del universo reflejaba la búsqueda de significado y orden en un mundo incierto y peligroso.

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Juan Diego

Juan Diego

Soy un apasionado por todo lo que se puede encontrar en el espacio y me gusta compartirlo con mis lectores, tengo más de 10 años de experiencia en el tema de la Astronomía, acompáñame en este viaje y suscríbete a nuestro boletín de noticias para que estés al día.

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